Sí, es cierto, no me cuesta reconocer que nunca pensé que te pudieras ir, nunca me planteé vivir sin ti, quizás porque te quería demasiado como para dejarte ir...
Siempre mantuve la esperanza de que pusieses bien, cada vez que iba a verte tenía la ilusión de que al preguntarte ¿qué tal estás? me contestases un "bien".
Pero ahora que ha pasado el tiempo, siento que no se pudiese cumplir mi deseo...
Te decía que tenías que ponerte bien y comer más, que si no nunca te pondrías buena, también te decía que andaras, que si no nunca me podría ir contigo de paseo...
Pero algo dentro de mí me decía que no todo era soñar, que no por desear algo con todas tus fuerzas se cumplía siempre...
Y así fue, nunca llegó el esperado momento en el que me contestases con un "bien", y ahora que ha pasado algún tiempo no me arrepiento de no haber perdido la esperanza...
Incluso en los peores momentos, seguía pensando que te pondrías bien, por muy increíble que parezca, nunca pensé que nos dejarías, y nunca perdí la esperanza de verte contenta y feliz...
Y te diré algo ;
NUNCA PIERDAS LA ESPERANZA, PORQUE LA ESPERANZA ES LO ÚNICO QUE NOS HACE SALIR ADELANTE EN LOS MOMENTOS MÁS DIFÍCILES.
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